Tuve el placer de capturar imágenes de un rodillo de panadería para mis proyectos personales. Es un homenaje al ángel que, sin saberlo, me enseñó a cocinar y hornear, y a apreciar la comida mucho antes de que términos como “foodie” o “epicúreo” se pusieran de moda. Estas fotos celebran la alegría simple pero profunda de crear en la cocina, donde cada rodada y amasada cuenta una historia de pasión y creatividad en las artes culinarias.