La técnica de retratos robados captura la esencia genuina de las personas en su entorno cotidiano, captadas sin pretensiones ni poses. Este estilo de Street Photography se centra en momentos espontáneos y auténticos: personas caminando por la calle, absortas en sus pensamientos o inmersas en sus rutinas diarias. Cada fotografía revela una historia única y honesta, capturando la verdadera esencia de la vida urbana. Esta forma de arte no solo documenta la diversidad y la humanidad en movimiento, sino que también celebra la belleza de lo ordinario y lo efímero en nuestras vidas diarias.